domingo, 16 de octubre de 2011

DIOS Y EL CÉSAR



Se reunieron en Jerusalén los fariseos y tomaron una decisión de hacerle a Jesús una propuesta prometedora.
Mandaron, pues a algunos de sus seguidores, junto con los partidarios de Herodes a preguntarle: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad y sin respeto humano, pues no buscas el favor de nadie. Dinos cual es tu opinión...¿es permitido pagar impuesto al emperador o no?".
Jesús dándose cuenta de su mala fe, les dijo: "¡Hipócritas! ¿Por qué me ponen trampa? Muéstrenme la moneda del Imperio".
Ellos le entregaron un denario. Él entonces les preguntó: "¿De quién es esta imagen y esta inscripción?"
Ellos le contestaron: "Del emperador"..
Entonces replicó Jesús: "Pues devuelvan al emperador lo que es del emperador, pero devuelvan también a Dios lo que es de Dios".
(Mateo 22,15-21)


HOMILIAS DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI

El Evangelio de hoy nos propone unas orientaciones muy precisas sobre un tema de gran actualidad, como es de las relaciones de los valores espirituales con el turbulento mundo de la política.
"Maestro dinos, ¿es lícito o no pagar tributo al Cesar?" El título de Maestro, tan noble y cargado de significación, suena totalmente falso en labios de estos siniestros personajes.
La pregunta ponía a Jesús en una situación muy difícil. si se manifestaba a favor del pago, lo acusarían de colaborador con la potencia ocupante; si decía que era contrario, sería acusado de conspirar contra el Imperio.
Con gran habilidad, Jesús no responde como lo habían esperado sus enemigos. Pidió una moneda, en la que aparecía la efigie del emperador y preguntó: "¿De quién es esta imagen y esta inscripción?". Le respondieron: "Del Cesar". Y Jesús les concluyó: " Den al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios, lo que es de Dios".
No podemos interpretar estas palabras como si Jesús estuviera invitando a una repartición del poder, de manera que el emperador gobernara en el ámbito material, y Dios gobernara en el ámbito espiritual.
Según esta equivocada interpretación, los humanos estaríamos sometidos a dos señores y la Santa Biblia es muy enfática en afirmar el señorío de Dios sobre toda la creación. Y este señorío no es compartido con nada ni con nadie.
Amen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario