Hoy hemos
vuelto a tener una de las peores caídas del IBEX, e indicador de que la
economía no va bien como debiera, tanto la doméstica, como la de la
globalización. La principal culpa es la incompetencia política, por no
garantizar unas reglas de juego serias, sensatas y de sentido común en el mundo
empresarial, comercial y laboral. Las democracias funcionan tan mal, y se les
está escapando de las manos el tema económico, arrastrándonos a todos a la incertidumbre,
la inseguridad y la pobreza, que se echa de menos una buena dictadura que
solvente el problema, ya que los políticos actuales no parecen decidirse a
coger el toro por los cuernos.
Tras la
Depresión de después del famoso crack de 1929 que hundió a todas las bolsas
mundiales, y conllevó sólo desempleo y pobreza crónica a toda la población sólo
las dictaduras conseguían sacar a sus países adelante. Luego sería el esfuerzo
de la guerra que relanzaría de nuevo la maquinaria económica de las democracias.
Pero lo malo es que varias décadas después, las democracias todavía no han
aprendido a hacer las cosas con sensatez y con sentido común. Fiscalidad
excesiva, inmigración masiva descontrolada que asusta a los mercados, desempleo
crónico, deuda pública que no para de crecer, recortes en las libertades
públicas, falta de garantías jurídicas para los inversores tanto nacionales
como extranjeros, negligencia en los controles financieros por parte de sus
organismos reguladores ( CNMV, Banco de España, presidencia del gobierno),
etc...., forman una compleja combinación explosiva que no auguran nada bueno a
corto y medio plazo. Y eso se refleja mucho en las bolsas. Y así nos va.
Además sobre
lo de hoy, los mentideros de la prensa económica parecen señalar que ha sido a
causa de la desvaloralización de las acciones del Deusche Bank, del que se supone que las desregulaciones financieras
iniciadas a finales de los años 90 en Norteamérica y que se extendieron por el
resto del mundo, hicieron que el caso del mayor banco alemán, los organismos de
supervisión y los Bancos Centrales le hayan permitido al Deutsche Bank ( según
indicaba hoy el BLOG SALMÓN ) que haya llegado a una exposición de 75 BILLONES
DE DÓLARES ( con "B" de burrada), que es aproximadamente 20 veces el
PIB de Alemania y 5 veces todo el PIB de la Eurozona, en productos financieros
apalancados y derivados ( como las operaciones "fuera de balance",
tales como títulizaciones de créditos e hipotecas, diversas operaciones en
mercados de derivados, etc...), y por tanto altamente especulativos y de gran
riesgo, e incluso por encima de las posibilidades de muchos. Lo malo es que
aparte de Deusche Bank, en España bancos como el Santander o el BBVA igual han
perdido mucho valor sus acciones en bolsa, sea por el efecto contagio o por la
posibilidad de soportar problemas parecidos a los del Deutsche Bank.
Creo que
habría que volver a aquella ley norteamericana surgida del desastre derivado
del Crack de 1929, en la que se surgía la separación la banca de depósito (comercial)
y la banca de inversión (bolsa y derivados), para garantizar que los ahorros de
los particulares fueran destinados a la economía productiva y con garantías de
que no se desvalorizarían (aparte de percibir los correspondientes intereses
por los ahorros dejados en depósito en los bancos), en vez de destinarlos a ese
enorme casino especulativo que se han convertido los mercados financieros con
las nuevas leyes de liberalización financiera (y lo peor es que ha sido con el
beneplácito y desidia de los distintos gobiernos), que si no se toma el control
y las medidas oportunas (y no se puede retrasar más), mucho me temo una
repetición peor del crack de 1929 en la que todos lo vamos a pagar muy caro con
el estallido de todo el sistema financiero global, con el posible resurgir de
dictaduras para tomar el control y encauzar la economía
No
obstante, tras la nueva vertiginosa caída como la de hoy (y la que ya lleva
haciendo desde hace meses), y con todo lo que supone de pérdidas y ruina para
los inversores que metieron sus ahorros en acciones bursátiles y fondos de
renta variable, ¿habrá algún rebote razonable mañana, más acorde con los
balances contables de las empresas del IBEX?. Claro que si todos los
responsables políticos tomaran las medidas sensatas y razonables en todos los
aspectos, entre ellos una regularización del sistema financiero que diera totales garantías a los ahorradores, el rebote bursátil sería posible.
Mientras tanto seguimos con la incertidumbre.
EVOLUCIÓN DEL ÍNDICE IBEX |
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