Interesante noticia de hoy en
el Blog Salmón:
La Deuda de Estados Unidos
llega a 60 billones de dólares y se duplica en 12 años: su economía se ha
vuelto adicta al consumo masivo gracias al crédito que le conceden desde el
resto del mundo... pero, ¿podrán devolver toda su deuda?
Cliclear encima del siguiente
enlace:
¿De verdad se podrá devolver tan descomunal deuda, y cómo?, ¿qué pasaría si por cualquier razón todo se viniera abajo, igual como ocurrió con el pinchazo de la burbuja financiera de 2008 motivada por las hipotecas subprime (también conocidas como "hipotecas basura")?.
Claro que para hacer funcionar la economía y esa no se venga
abajo, los gobiernos de los países más poderosos consienten la financiación con
deudas del tipo "derivados de futuro" o "anotaciones de deuda
futura en cuenta". Eso es algo muy fácil cuando pones un valor sobre un
papel impreso (el billete moneda), y te pones a imprimir esos billetes para
hacerlos circular, que sirve para los pagos e intercambios, y además lo haces
sobre una base reconocida legalmente, y haciendo que un futuro que no conoces,
se haga cargo de los pagos y financiación presentes.
Pero imaginaos que en vez de moneda, el valor fuera algo
tangible, como los alimentos, por ejemplo. Y si no hay alimentos, o las
reservas de esto en almacenes, o en silos de grano como en la época de los antiguos
faraones egipcios, por ejemplo, ¿qué hacemos cuando esos desaparecen o se
agotan, y encima debemos alimentos propiamente dichos que ni siquiera tenemos?.
Aparece la hambruna de modo inesperado, y con ello desordenes y guerras. Los
alimentos no se pueden crear al instante, ni se pueden obtener del futuro. ¿Qué
ocurriría si con el dinero-valor papel impreso ocurriera lo mismo que el caso
de los alimentos y el sistema que lo ha permitido crear no lo sosteniera o por
cualquier razón se viniera abajo, como ahora parece ser el riesgo que corre
Argentina, por ejemplo?.
La verdad es que estamos sostenidos por un sistema que carga
todo desmesuradamente (y hasta tanto imprudente como irresponsablemente) sobre
las deudas futuras (un dinero que todavía no existe, ni se ven garantías de que
se pueda crear en el futuro) pero que inevitablemente se habrá que pagar o todo
se vendría abajo de un momento u otro, y que hay que tomar ya con urgencia
medidas para corregirlo, o nos vamos hacia un desastre imprevisible, aunque
sobreviviremos de algún modo. Claro que los políticos sólo viven en el
presente, y consideran que ya se cuidarán los próximos de afrontar los
problemas futuros, pero para cuando eso sea así, ya será demasiado tarde, y el
daño puede ser tan grande y cuantioso, que reclame medidas más audaces para
sanear el conjunto de la economía y que los negocios se puedan hacer sobre
bases sólidas, tangibles y fiables (y no especulativas, que tanto daño acaban
haciendo en el conjunto de la población). Lo iremos viendo, y el tiempo lo
dirá, pero el aviso ya está aquí puesto.
Aprovecho para dejar cómo estaba el índice de la bolsa española ( IBEX 35), a fecha de hoy 1 de julio de 2014:
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