Según datos del Credit Suisse Global Wealth Databook, en
2012, tan sólo el 0,6% de la población en el mundo acumula ya casi el 40% de la
riqueza mundial. En el otro extremo, casi el 70% de la población, sólo dispone
del 3,3% de la riqueza mundial. En la pirámide podréis ver mejor la explicación
gráfica.
No cabe duda que como se ha dicho siempre “la riqueza está
muy mal repartida”, y que al paso que vamos, cada vez menos gente concentra en
sus manos la mayor parte de la riqueza mundial, y cada vez la pobreza y la
miseria se extiende a mayores capas de población cada vez más extensas,
mientras la clase media, tan necesaria para un equilibrio y una estabilidad
social y económica en un país cada vez retrocede más. Una clara señal de que
las políticas suelen ser injustas y erróneas, ya que las políticas buenas son
las que tienden a ensanchar la clase media, subir la clase alta, y alejar de la
pobreza y la miseria a la clase menos favorecida.
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