Estos son los niveles bursátiles de la vergüenza, de la desolación, del pesimismo global, del castigo al ahorrador en bolsa, de la irresponsabilidad política, y de la destrucción económica, moral y social a todos los niveles, día a día, en el país de los ladrones, embusteros, caraduras y sinvergüenzas. ¿Cuándo será el empleo la obsesión en nuestros políticos?, ¿cuándo se tomarán medidas que de verdad devuelvan la confianza a los mercados? Quizás cuando se tomen esas mediadas llegue demasiado tarde para todos.
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