La falta de decisiones políticas correctas (leyes y normativas corregidas, y bajada de impuestos), crean un clima de paralización económica, de paro, y con ello de incertidumbre,…agravando la situación con ese lamentable espectáculo de huelgas y protestas, y sin ninguna propuesta de soluciones. Eso asusta a los inversores y al mercado, que huye en desbandada, tal como lo muestran las repetidas bajadas en vertical de la bolsa. La del martes, 6 de septiembre, es una muestra más de esa gravedad.
En una de las más graves crisis bursátiles, como la de caso del “crack” de 1929, que hundió a Wall Street y arrastró al resto de las bolsas mundiales, obligaron a tomar importantes medidas económicas: en EEUU, la normativas de creación de la institución del mercado nacional de valores, encargada de la transparencia de las mismas (aunque se quedó obsoleta, tal como nuestra la última gran crisis financiera); y en Alemania, el programa de construcción y rearme del canciller Hitler, que terminó con el paro, y aunque llevaría a la guerra mundial, nuevamente la reconstrucción y el rearme llevarían al progreso económico-social y con ello nuevamente al alza de las principales bolsas mundiales. Ahora ocurre que en medio de una gran crisis, las decisiones acertadas para relanzar de nuevo la economía, siguen sin tomarse, y con esa paralización, sufrimos esas consecuencias. Como siempre, nunca aprendemos de la Historia.
